Hola amigos,
En el mensaje anterior hemos comentado que podemos ayudar a los demás (familiares, amigos, todas las personas con las que interactuamos en el trabajo, vecinos, la sociedad en general) tanto de una manera directa como indirecta.
La ayuda directa es la más obvia y consiste básicamente en ofrecer algo físico o espiritual que puntualmente ofrecemos a los demás. Sin embargo, la ayuda indirecta, aunque más sutil, está presente todo el tiempo con nosotros, y por tanto es tan poderosa o más que la ayuda directa. Cuando retomamos nuestra fuerza interior, las personas que nos rodean se dan cuenta, y nos convertimos entonces en faros, en sus puntos de referencia. Nos convertimos con nuestro ejemplo en la persona que muchos otros quieren llegar algún día llegar a ser.
Cuando una persona retoma su poder, a través de su conexión con la Divinidad (también la podemos llamar Energía, Universo, Dios, etc), se libera de muchas cadenas: algunas de ellas las hemos creado nosotros mismos con nuestra mente, y otras nos las ha colocado la sociedad. Cuanta más fuerza interior tenga una persona, más libre será, y menos se verá afectada por la presión que la sociedad y la cultura ejercen sobre nosotros. ¿Realmente necesitamos tener cada vez una casa más grande? ¿Hace falta cambiar el coche porque está viejo o queremos hacerlo desde el ego? ¿Debo gastar mi dinero en objetos temporales, o resultaría mucho más productivo invertir en mí mismo, realizando por ejemplo cursos y seminarios en prácticas de sanación como el Renacimiento?
Más que nunca, en los tiempos que corren es muy importante decidir qué uso damos a nuestro dinero. Podemos gastarlo, ahorrarlo o invertirlo. Si lo gastamos, el dinero tal y como viene se va. Si lo ahorramos como una acción tomada desde el miedo, estamos mandando la señal al universo de que no confiamos en el futuro ni en nosotros mismos, por lo que acabaremos atrayendo a nuestras vidas precisamente eso que no queremos.
Queda por tanto la inversión en uno mismo. ¿Qué mejor opción y acción que invertir en nosotros mismos, buscando la seguridad, la fuerza, la felicidad y la armonía en nosotros mismos y en la vida desde nuestro interior, en vez de a través del exterior? Ahonda en tu interior, encuentra aquello que resuene en ti, persíguelo y rodéate de las circunstancias necesarias para conseguirlo a través de tu sanación interior, desmontando creencias negativas y la falta de autoestima.
Amor, Verdad, Simplicidad (Babaji)
Santiago